domingo, 25 de noviembre de 2012

CIENCIAS POLITICAS DESDE EL 1848 HASTA LA EL SIGLO XXI


IDEOLOGÍAS POLÍTICAS  EN ESTE MUNDO GLOBALIZADO
-IDEOLOGÍA

amplio sistema de conceptos y creencias, muchas veces de naturaleza política, que defiende un grupo o un individuo. El término fue acuñado por el filósofo Antoine Destutt de Tracy, uno de los llamados ideólogos que intentó reformar la sociedad posrevolucionaria mediante una 'ciencia de las ideas' pragmática.
Quizá la principal característica definitoria de las ideologías del siglo XX sea la devoción casi religiosa de sus seguidores hacia unas nociones políticas que consideran absolutamente incompatibles con las de otros sistemas. Este rasgo ha sido marcado sobre todo en dos poderosas ideologías que tienen una gran capacidad de captación: el comunismo y el fascismo. Otras ideas políticas como el socialismo, la democracia y el conservadurismo, aunque defendidos con pasión, han sido más difusos y menos excluyentes: sus defensores debaten algunas cuestiones y coinciden en otras.La noción de ideología ha tenido un efecto profundo sobre la civilización del siglo XX. La mayor parte de los conflictos modernos, desde la genérica 'cruzada contra el fascismo' en la II Guerra Mundial hasta las variadas 'acciones políticas' de la posguerra, han tenido efectos políticos. El ejemplo principal de conflicto ideológico fue la Guerra fría, en la que los dos oponentes principales (Estados Unidos y la Unión Soviética) mantuvieron una pugna política, económica y psicológica por imponer su dominación en todas las zonas del planeta.


-AUTODETERMINACIÓN,

concepto que, en ciencia política y Derecho internacional público, designa el derecho de los pueblos a decidir libremente y por sí mismos la forma de gobierno por la que se regirán, así como el de determinar a qué entidad estatal pertenecerán y, en última instancia, a constituirse, si así lo desearan, como Estado independiente. Este último aspecto del principio de autodeterminación, muy relacionado con el concepto de nacionalismo y con el objetivo de formación del Estado nacional, es el más sujeto a debate. Es frecuente que cada pueblo posea su propia identidad nacional y, a menudo, étnica, pero no siempre sucede así. Una nación suele compartir una lengua, historia, cultura y religión comunes. La formación de un Estado nacional requiere el reconocimiento de un territorio en el que resida el pueblo y la formación de un gobierno que administre ese territorio.Por definición, la autodeterminación, en su sentido potenciador del nacimiento de un nuevo Estado, implica la consiguiente fragmentación de otro ya existente, por lo que la reclamación de la autodeterminación suele resultar problemática o traumática. Así, uno de los factores desencadenantes de la I Guerra Mundial fueron las aspiraciones independentistas de los pueblos balcánicos. Tras finalizar dicho conflicto, el subsiguiente Tratado de Versalles, cuyos principales acuerdos estaban inspirados en los Catorce puntos del presidente estadounidense Thomas Woodrow Wilson, fue claro en la admisión del derecho de autodeterminación. Esta tendencia quedó aún más consolidada tras finalizar la II Guerra Mundial, cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en su propia Carta fundacional, reconoció el derecho de los pueblos a su libre determinación (artículos 1 y 55). Ahora bien, la principal cuestión a debate desde entonces fue definir qué entidades eran las que quedaban legitimadas para ver aceptada su reclamación de independencia. Este espacio legal quedaba reservado por la Carta de la ONU a los pueblos cuyo autogobierno e independencia no eran cuestionados, en tanto que existía un reconocimiento jurídico de su situación como pueblos colonizados. En ningún momento era aceptado, como figura jurídica del Derecho internacional, el derecho de secesión de pueblos no sujetos a la administración política de potencias coloniales. El reconocimiento de una secesión sería exclusiva responsabilidad del Estado afectado. La consolidación de esta situación se produjo a partir de 1960, cuando la resolución 1514 de la ONU concretó el derecho de los pueblos colonizados a decidir, mediante plebiscito o referéndum, su establecimiento como estados soberanos. De inmediato se suscitó un fuerte movimiento que condujo al proceso de descolonización en Asia y África, y que culminó con la desintegración de los imperios coloniales europeos. Un último episodio de este fenómeno auspiciado desde la ONU será el referéndum en el que los habitantes del Sahara Occidental podrán decidir su establecimiento como Estado independiente respecto del Reino de Marruecos. La guerra de la antigua Yugoslavia y el proceso de atomización geopolítica de la antigua Unión Soviética en diversos estados surgidos a partir de las repúblicas que la integraban, han sido sin duda acontecimientos tras los que latía la reivindicación de determinados pueblos a constituirse en estados .No obstante, la autodeterminación no sólo está vinculada al principio de nacionalismo. El marxismo define la autodeterminación como el principio en virtud del cual el proletariado puede esgrimir su derecho a gobernarse a sí mismo. La Revolución Francesa suele citarse como uno de los ejemplos principales en este sentido: el pueblo francés se rebeló contra la monarquía y la aristocracia gobernantes y, tras derrocarles, proclamó un régimen republicano.
 Karl Marx
Karl Marx fue, junto a Friedrich Engels, el fundador del socialismo científico. Autor del Manifiesto Comunista y de El capital, ambas obras se convirtieron en el sustrato ideológico de dicho movimiento, que pronto pasaría a ser conocido por el nombre de comunismo

-BUROCRACIA
,estructura administrativa y de personal de una organización. Las entidades empresariales, laborales, religiosas, docentes y oficiales exigen unos abundantes recursos humanos, ordenados según un esquema jerárquico para desempeñar unas tareas especializadas basadas en reglamentos internos. El término se utiliza principalmente al referirse a la Administración pública. Se usa peyorativamente para denotar pérdida de tiempo, ineficacia y papeleo.Sin embargo los obstáculos para el desarrollo de algunos países ha sido la carencia de estas técnicas de organización en gran escala. Por otro lado, parece ser que las burocracias dan lugar a mentalidades rígidas, a una preocupación mayor por el reglamento que por los resultados y a otros vicios que ponen en entredicho su eficacia en contraste con otros tipos de organización menos sujetos a estructuras fijas y que dependen más del buen funcionamiento para su supervivencia.Max Weber, el más importante estudioso de la estructura y principios de la burocracia, identificó las siguientes normas básicas fundamentales: 1) el funcionariado está organizado como una jerarquía de mandos, 2) los funcionarios son remunerados mediante un sueldo y no reciben gratificaciones por servicios, 3) la autoridad de los funcionarios proviene de su cargo y viene determinada por éste, 4) el nombramiento responde a méritos probados, no a recomendaciones, 5) las decisiones se toman de acuerdo con unas reglas estrictas preestablecidas y 6) las burocracias actúan mediante la aptitud técnica y mantienen un registro de sus actuaciones. Weber consideraba que las burocracias constituidas de esta manera eran especialmente eficaces para cumplir con sus funciones, y por ello confiaba en que la burocratización se extendiera por todo el mundo moderno.Las críticas posteriores a las ideas de Weber señalaron que pocas burocracias encarnan todos estos ideales y que a menudo pueden ser menos eficaces que otros tipos de organización. La China imperial, quintaesencia de la burocracia estatal, estaba especialmente agobiada por el cohecho y el favoritismo. No obstante, esos seis puntos siguen siendo una guía útil sobre las características y el sentido de la burocracia. Los teóricos weberianos que argumentaron que todas las sociedades modernas se convertirían en Estados burócratas, obligados por la necesidad de converger en un patrón burocrático único, quedaron desmentidos a finales de la década de 1980 por el colapso de las ineficaces economías centralizadas y por la deliberada reducción de la burocracia en algunos estados capitalistas.
Jean-Jacques Rousseau
Jean-Jacques Rousseau estudió diversos ámbitos de la filosofía social. El contrato social es una defensa clásica de la forma democrática de gobierno. Rousseau confiaba en la 'voluntad general' de un pueblo democrático, expresado en el voto de la mayoría, para adoptar las decisiones importantes. Esta confianza en la mayoría contrasta con las ideas de los filósofos que defendían los derechos individuales y minoritarios.

ESTADO DE DERECHO

 fórmula relativamente reciente en el Derecho Constitucional, con la que se quiere significar que la organización política de la vida social, el Estado, debe estar sujeta a procedimientos regulados por ley. El concepto de Estado de Derecho culmina una larga evolución histórica cuyos inicios se pueden situar en los orígenes mismos del Estado constitucional. Es el resultado final de la suma de una serie de elementos que han surgido en un proceso de lucha y que han supuesto la ampliación de su base material. Tres momentos fundamentales se pueden distinguir en su formulación hasta alcanzar el sentido que tiene en la actualidad. En el primer momento se luchó para que el Estado, personificado en el monarca y en las instituciones en que se fundamenta (burocracia, ejército y aristocracia), se sometiera en el ejercicio del poder a formas jurídicas bien establecidas, reglas generales, dadas con el consentimiento de la representación de la sociedad (en el Parlamento), discutidas y públicas. En esta primera acepción supuso ya el reconocimiento de los derechos fundamentales de los ciudadanos: libertad civil, igualdad jurídica, independencia del poder judicial y garantía de la propiedad. En un segundo momento, el Estado de Derecho implicó también la extensión del control judicial a la actividad administrativa. A finales del siglo XIX se produjo un fuerte debate en torno a esta cuestión, que cristalizó con el desarrollo de la administración contencioso-administrativa, encaminada a romper la impunidad del Estado ante sus propias acciones. El tercer momento se inició después de la I Guerra Mundial. El concepto de Estado de Derecho pasó a incluir la legitimación democrática del poder del Estado, que también tiene que estar sometido a norma jurídica. Por tanto, el Estado de Derecho supone el reconocimiento de los derechos personales (imperio de la ley), la responsabilidad del Estado y la legitimación democrática del mismo.