MIGRACIONES
Término que designa los
desplazamientos de población que conllevan cambios de residencia más o menos
permanentes, por lo común debidos a factores económicos, laborales,
sociológicos o políticos. El desplazamiento turístico no es considerado migración.
En los movimientos o flujos migratorios debe distinguirse la emigración de la
inmigración; la emigración mira el fenómeno desde el lugar (país, región,
ciudad…) que abandona la persona para establecerse en otro diferente, y la
inmigración lo contempla desde la perspectiva del lugar de acogida
Desde mitad del siglo XIX ha
sido considerado el derecho a emigrar como algo que deriva de la propia
concepción del ser humano como ser racional y libre, y así aparece consagrado
en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU),
abierto a la firma en 1966, o en la Carta Social Europea de la Unión Europea,
que entró en vigor en 1965. Además, gran parte de las constituciones y leyes
nacionales reconocen el derecho de los ciudadanos a salir voluntariamente del
territorio en que han nacido. Sin embargo, examinada la cuestión desde el punto
de vista del país de acogida, los derechos de los inmigrantes extranjeros no
siempre son en realidad los mismos que los derechos de los nacionales, dada la
existencia en numerosos estados de normas y leyes restrictivas en materia de
inmigración internacional y derecho de extranjería.
TIPOS
DE MIGRACIONES
La diferencia entre el
número de emigrantes y de inmigrantes en un territorio se denomina saldo
migratorio, que es igual al total de inmigrantes menos el cómputo de emigrantes
en una unidad administrativa dada. El saldo migratorio es positivo cuando
llegan a un lugar más personas de las que se van, y es negativo cuando hay más
emigrantes que inmigrantes. Esta tasa está relacionada con el crecimiento real
de una población. Los movimientos migratorios se suelen clasificar en función
de diversos criterios: 1. Según el lugar de destino. Las migraciones son
interiores o nacionales (si de producen dentro de las fronteras de un país o
región) o exteriores o internacionales (si las personas se desplazan fuera del
país o región). Las migraciones transoceánicas suponen un traslado en el que se
cruzan océanos; las migraciones continentales se producen dentro del mismo
continente. El éxodo rural es el desplazamiento de la población campesina a las
ciudades, y normalmente se considera un tipo de migración interior. 2. Según la
duración del desplazamiento. Pueden ser temporales (si se vuelve al lugar de
origen) o definitivas (si se permanece en el lugar de destino para siempre).
Algunas migraciones temporales son estacionales, como las que se realizan en
determinadas épocas del año para trabajar (recolección de la fresa, durante la
vendimia…), y su duración es corta (unas pocas semanas). 3. Según el número de
personas que emigran. Las migraciones pueden ser individuales o familiares.4.
Según el carácter. Las migraciones pueden ser voluntarias o forzadas. La
emigración española a las Indias fue de carácter voluntario. Los refugiados y
desplazados se ven obligados a abandonar su país por causas forzosas:
persecución, guerra, catástrofes naturales, diferencias ideológicas o
religiosas... Un refugiado es una persona que se encuentra fuera de su país de
origen, quiere retornar a él y no puede hacerlo porque allí es perseguida por
motivos de religión, nacionalidad, opinión política o pertenencia a un
determinado grupo social. Un desplazado interno es víctima de situaciones
similares a las de los refugiados, pero que ha permanecido en su propio país en
lugar de traspasar una frontera estatal. Los nómadas se desplazan de un lugar a
otro sin establecer residencia fija. También se realizan desplazamientos demográficos
de larga duración después de la jubilación, y normalmente tienen como destino
las zonas costeras de clima apacible
CAUSAS
Y CONSECUENCIAS DE LAS MIGRACIONES
Desde su origen el ser
humano ha realizado movimientos migratorios en busca de alimento. Actualmente,
las personas migran por motivos muy diferentes: en ocasiones por causas
naturales, como inundaciones, terremotos o malas cosechas, pero la mayor parte
de las veces sus traslados de residencia se deben a causas sociales, entre las
que se pueden apuntar las razones políticas (persecuciones, guerras, falta de
seguridad personal…), religiosas y económicas (búsqueda de un mejor salario y
calidad de vida, de sistemas educativos y sanitarios superiores...). Las
mejoras y avances en los medios de comunicación y de transporte, más rápidos,
accesibles y baratos en la actualidad, permiten los desplazamientos masivos.Los
movimientos migratorios generan una serie de consecuencias demográficas,
económicas y sociológicas, tanto en los lugares de origen o emisores como en
los de destino o receptores. En los lugares (países, regiones, ciudades) de
origen, los efectos beneficiosos más evidentes son la aportación económica que
reciben las familias de los emigrantes, el descenso del paro al reducirse la
población en edad de trabajar (que es la que suele emigrar) y la reducción de
las tensiones sociales. Las consecuencias negativas pueden ser, entre otras,
los desequilibrios que se producen en la estructura demográfica al disminuir la
población joven, tanto masculina como femenina (dependiendo del país), e
incrementarse la tasa de envejecimiento demográfico; la pérdida de mano de obra
cualificada y del interés por invertir en tecnología, educación, sanidad e
infraestructuras básicas; y el desmembramiento del núcleo familiar en caso de
ser migraciones individuales. En los lugares de destino, algunas de las
consecuencias positivas más importantes son: el aumento de la población joven y
de la natalidad; la aportación de mano de obra, necesaria para mantener el
desarrollo económico y aumentar la población activa y los ingresos en seguridad
social; y el enriquecimiento cultural. Entre los efectos negativos cabe
mencionar la difícil integración social y absorción laboral ante excesivos
flujos migratorios; los conflictos y tensiones sociales provocadas por
actitudes xenófobas y racistas; y el aumento de la inmigración ilegal o
irregular. La expresión ‘fuga de cerebros’ se refiere a la emigración de
personas con un elevado nivel educativo o profesional hacia otro país, generalmente
para conseguir mejores condiciones de trabajo, vida o salario. Este hecho tiene
consecuencias diversas: negativas en los países de salida si la persona que
emigra no regresa nunca, puesto que el país ha gastado una elevada cantidad de
dinero en su formación inicial, y positivas siempre para los países de acogida,
que pueden contar con personas altamente cualificadas sin haber gastado nada.
Durante el siglo XX Estados Unidos fue el principal destino de la fuga de
cerebros.
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