CONSECUENCIA
DE LAS INFECCIONES DE TRASMISIÓN SEXUAL
El carácter epidémico de las enfermedades de transmisión
sexual da testimonio de la dificultad de controlarlas. Algunos organismos
oficiales de salud pública atribuyen el incremento de muchas de estas enfermedades
al aumento de la actividad sexual. También puede ser significativa la
sustitución del preservativo (que proporcionaba cierta protección) por otros
métodos de control de natalidad como anticonceptivos orales y diafragma.
Los modelos de enfermedad de transmisión sexual también
cambian. La sífilis y la gonorrea fueron epidémicas en un tiempo, pero el uso
masivo de la penicilina consiguió un control moderado sobre la sífilis. La
atención se centró entonces en el control de la gonorrea, y en ese momento
empezó a aumentar de nuevo la frecuencia de aparición de la sífilis. Aumentaron
también, en las décadas de 1970 y 1980 el herpes genital y la infección por
Chlamydia.
El tratamiento básico de las enfermedades de transmisión
sexual producidas por bacterias es mediante el uso de antibióticos. La
penicilina ha sido efectiva contra la sífilis y la gonorrea, pero muchos
organismos gonorreicos resisten hoy la acción de este fármaco. En estos casos
es efectivo la ceftriaxona o la espectinomicina. La tetraciclina se emplea para
tratar el linfogranuloma venéreo, el granuloma inguinal y la uretritis por
Chlamydia. Hay también tratamientos específicos para otras enfermedades de
transmisión sexual como los fármacos antivíricos (aciclovir por ejemplo), que
resultan efectivos contra el virus herpes.
La única forma de prevenir la propagación de las
enfermedades de transmisión sexual es identificando a las personas con las
cuales ha tenido contacto sexual la persona infectada y proceder a determinar
si también necesitan tratamiento. Por lo general esto se lleva a cabo en los
centros de salud pública, que es donde se informa de la mayor parte de las
enfermedades de transmisión sexual. Otras personas infectadas acuden a un
médico privado para su tratamiento, y no se detectan todos los casos. El
síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) y la hepatitis B se transmiten
también por contacto sexual
TIPOS
DE ENFERMEDADES VENÉREAS
Existe un gran número de enfermedades que se transmiten
mayoritaria o exclusivamente por contacto sexual. Además de las enfermedades ya
mencionadas, están la sífilis, la infección por ladillas (Pediculus pubis), la
infección vaginal causada por la bacteria Haemophilus, el molusco contagioso
(enfermedad infecciosa de la piel causada por un virus), el chancroide, el
linfogranuloma venéreo y el granuloma inguinal. Son muchos los organismos que
causan estas enfermedades. Los protozoos del género Trichomonas causan una
infección del aparato urogenital denominada tricomoniasis; la moniliasis o
candidiasis es un tipo de micosis muy común que está causada por una levadura;
los organismos que producen chancroide, gonorrea, sífilis, granuloma inguinal y
vaginitis por Haemophilus, son bacterias; el herpes genital, las verrugas
genitales (causadas por el papovavirus) y el molusco contagioso se deben a la
acción de ciertos virus; finalmente, el linfogranuloma venéreo y la mayoría de
los casos de uretritis no gonocócicas están producidos por la bacteria
Chlamydia.
TRANSMISIÓN
La transmisión de todas estas enfermedades se efectúa en
la mayoría de los casos por contacto íntimo con una persona infectada, ya que
los organismos que las producen mueren con rapidez si se los separa del cuerpo
humano. Aunque la zona normal de contacto suele ser los genitales, el sexo oral
y anal también produce casos de infecciones orales o anales. Algunas de estas
afecciones, en concreto el chancroide y la producida por las ladillas, pueden
extenderse de una parte de la piel a otra por la misma persona infectada a
través de sus manos; las ladillas, los piojos, el herpes genital y la vaginitis
producidos por Trichomonas y hongos también se pueden adquirir por otros medios
que no son el contacto sexual. La gonorrea, la sífilis y las infecciones por
Chlamydia pueden pasar de la mujer embarazada a su hijo, ya sea en el embarazo
o durante el parto. Tales infecciones congénitas pueden ser bastante graves.
Aunque las infecciones de transmisión sexual comienzan en
los genitales externos, se pueden extender también a la próstata, al útero, a
los testículos y ciertos órganos cercanos. La mayoría de estas infecciones
causan irritación, picores y ligeros dolores a nivel local, pero otras como la
gonorrea y la uretritis por Chlamydia son una causa importante de esterilidad
en las mujeres.
Principales enfermedades de
transmisión sexual
Enfermedad
|
Agente
patógeno
|
Efectos
|
Síndrome
de inmunodeficiencia adquirida (SIDA)
|
Virus
de la inmunodeficiencia humana (VIH)
|
Se
produce una disminución de las defensas inmunológicas del enfermo.
|
Sífilis
|
Espiroqueta
Treponema pallidum
|
Aparición
de chancro y de erupción generalizada. En algunos casos evoluciona con
linfadenopatía y parálisis progresiva.
|
Gonorrea
|
Bacteria
Neisseria gonorrhoeae
|
Inflamación
de la mucosa vaginal de la mujer. En el hombre se produce infección del canal
uretral.
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Herpes
genital
|
Herpesvirus
tipo 2
|
Fiebre
y ulceraciones en los genitales.
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Chancro
blando
|
Bacteria
Haemophilus ducreyi
|
Aparición
de úlceras dolorosas en los genitales.
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Linfogranuloma
venéreo
|
Bacteria
Chlamydia trachomatis
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Aparición
de vesículas en los genitales. Fiebre, cefalea y dolor de las articulaciones.
|
Tricomoniasis
|
Protozoo
Trichomonas vaginalis
|
En las
mujeres produce prurito y exudado irritativo y en los hombres puede afectar a
la próstata.
|
Candidiasis
vaginal
|
Hongo Candida
albicans
|
Aparición
de un flujo blanquecino y prurito.
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