domingo, 2 de diciembre de 2012

discurso de angostura simon bolivar


“El Discurso de Angostura es la pieza oratoria más importante del principal conductor de la emancipación sudamericana respecto del dominio colonial español, el venezolano Simón Bolívar, quien lo pronunció, el 15 de febrero de 1819, ante el Congreso recién instalado en la ciudad homónima venezolana (actual Ciudad Bolívar), asamblea de la cual habría de resultar la creación de la República de la Gran Colombia. En dicho discurso, el Libertador se pronuncia a favor de la democracia, mantiene su preferencia por el centralismo y se inclina por un poder ejecutivo al estilo británico. El fragmento siguiente corresponde a las últimas frases de la alocución bolivariana, desde las cuales expone con una magnífica expresividad el destino de libertad e igualitarismo que augura a la nueva república”.

Indiscutible héroe de la emancipación de América Latina respecto de España, Simón Bolívar emergió como líder militar en innumerables combates y catalizó el proceso de conformación política e institucional de los territorios liberados mediante la fundación de la República de la Gran Colombia.

Discurso de Angostura.
De Simón Bolívar.
La reunión de la Nueva Granada y Venezuela en un grande Estado ha sido el voto uniforme de los pueblos y Gobiernos de estas Repúblicas. La suerte de la guerra ha verificado este enlace tan anhelado por todos los Colombianos; de hecho estamos incorporados. Estos pueblos hermanos ya os han confiado sus intereses, sus derechos, sus destinos. Al contemplar la reunión de esta inmensa comarca, mi alma se remonta a la eminencia que exige la perspectiva colosal que ofrece un cuadro tan asombroso. Volando por entre las próximas edades, mi imaginación se fija en los siglos futuros, y observando desde allá, con admiración y pasmo, la prosperidad, el esplendor, la vida que ha recibido esta vasta región, me siento arrebatado y me parece que ya la veo en el corazón del universo, extendiéndose sobre sus dilatadas costas, entre esos océanos que la naturaleza había separado y que nuestra Patria reúne con prolongados y anchurosos canales. Ya la veo servir de lazo, de centro, de emporio a la familia humana; ya la veo enviando a todos los recintos de la tierra los tesoros que abrigan sus montañas de plata y de oro; ya la veo distribuyendo por sus divinas plantas la salud y la vida a los hombres dolientes del antiguo universo; ya la veo comunicando sus preciosos secretos a los sabios que ignoran cuán superior es la suma de las luces a la suma de las riquezas que le ha prodigado la naturaleza. Ya la veo sentada sobre el Trono de la Libertad, empuñando el cetro de la Justicia, coronada por la Gloria, mostrar al mundo antiguo la majestad del mundo moderno.
Dignaos, Legisladores, acoger con indulgencia la profesión de mi conciencia política, los últimos votos de mi corazón y los ruegos fervorosos que a nombre del pueblo me atrevo a dirigiros. Dignaos conceder a Venezuela un Gobierno eminentemente popular, eminentemente justo, eminentemente moral, que encadene la opresión, la anarquía y la culpa. Un gobierno que haga reinar la inocencia, la humanidad y la paz. Un gobierno que haga triunfar bajo el imperio de leyes inexorables la Igualdad y la Libertad.
Señor, empezad vuestras funciones; yo he terminado las mías.



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