Ø INTRODUCCIÓN
El término
genérico que se aplica a un grupo formado por más de 23.000 especies de plantas
pequeñas que crecen habitualmente en zonas húmedas sobre el suelo, troncos de
árboles y rocas. Los briofitos son plantas no vasculares (sin vasos
conductores) que incluyen musgos, hepáticas, y antocerotas. En su nivel de
organización, los briofitos se sitúan entre las algas verdes o clorofitos, de
las que con gran probabilidad descienden, y las plantas vasculares inferiores
más simples como los licopodios. A diferencia de las plantas superiores el
gametofito (la forma sexual) es la generación dominante y el esporofito (forma
asexual) se desarrolla sobre el gametofito y permanece casi por completo
dependiente de éste. En los briofitos no existen verdaderos tejidos de
conducción, como los presentes en los helechos y plantas superiores. Algunas
especies de briofitos son acuáticas, y otras pueden sobrevivir en zonas áridas
y secas. Aunque su tamaño varía desde el microscópico a los 30 cm, el briofito
medio tiene una longitud entre 1,2 y 5 cm, y varía de verde a negro y a casi
incoloro. Los briofitos más primitivos, las hepáticas, tienen cuerpos planos,
algunas veces sólo del espesor de una célula. Los musgos tienen un cuerpo
central que recuerda a un tallo del que se desprenden pequeñas hojas y que se
prolonga en unas estructuras del tipo de las raíces denominadas rizomas. Sin
embargo, los briofitos, más que a través de estas estructuras, absorben el agua
directamente de la base sobre la que crecen o del aire. Todas las especies de
briofitos se caracterizan por presentar una alternancia de generaciones. El
embrión de la forma sexual madura a una forma asexual pequeña, que permanece
unida y dependiente de ella. La forma asexual produce esporas, similares a las
de las plantas inferiores, que son diseminadas por el viento y otros factores
para producir nuevas formas sexuales. Los órganos sexuales de los briofitos son
multicelulares.
BRIOFITOS
Son plantas no vasculares y fueron las primeras en
evolucionar hace 500 millones de años. Son descendientes de las algas verdes y
fueron las primeras en colonizar los espacios terrestres, en esta división
tenemos musgos, hepáticas y antóceras. Crecen en climas fríos o muy húmedos. En
su cuerpo se distinguen 3 partes: rizoide, caulidios y filidios, análogos (pero
no homólogos) a la raíz, tallo y hojas de los vegetales superiores. No poseen
semillas. Las briofitas con tejidos poco diferenciados no poseen vasos de
conducción, es decir no tienen xilema ni floema, no presentan raíces, tallos ni
hojas verdaderas, sino por un cuerpo vegetativo con estructuras muy primitivas,
con células que no llegan a constituir un tejido. Así que las
"raíces" que presentan se denominan rizoides, el "tallito",
cauloide y las "hojitas", filoides. No está de más resaltar que
debido al bajo nivel de organización que poseen estos organismos, ninguna de
estas estructuras recién mencionadas son órganos verdaderos como sí aparecen en
las traqueofitas o plantas vasculares. Se llama briofitas en sentido amplio al
grupo de plantas embriofitas no vasculares. Hoy en día se sabe que es
parafilético, si bien las relaciones dentro del grupo aún no están consensuadas
por todos los análisis filogenéticos.
Están
compuestas por los grupos monofiléticos:
·
Bryophyta sensu stricto o "musgos",
·
Marchantiophyta o "hepáticas",
·
Anthocerotophyta o "antoceros".
Para ver una introducción a cada uno ver Diversidad de
embriofitas Para una descripción más detallada seguir cada enlace
Ø VISIÓN GENERAL
En ellos existe claramente visible una alternancia de
generaciones entre un gametofito muy desarrollado, con vida vegetativa
independiente (el vegetal adulto) y un esporófito bastante reducido, parásito
del anterior y encargado exclusivamente de la formación de meiotosporas
(reducidas por meiosis). Según los autores se ha concedido a las briófitas una
mayor o menor independencia respecto a las demás cormofitas. Ciertamente, el
gran desarrollo de su gámetofito frente al esporofito evoca una posición
filogenéticamente intermedia entre algas y pteridofitas. No obstante, la falta
de datos fósiles al margen de otras consideraciones, impiden estructurar, de
una manera razonable, el filo verde a través de este grupo hacia las plantas vasculares.
En el estado actual de nuestros conocimientos, los distintos grupos de
briófitos (musgos, hepáticas y antocerados), ocuparían series finales de
respectivos filos. Las más antiguas pteridofitas, las Psilofitales,
probablemente tuvieron arquetipos comunes con las briófitas, pero de este
escalón. intermedio nada se sabe. No obstante, parece ser del todo razonable
seguir pensando en un origen clorofícico de pteridofitas y briófitas, siendo
lógico tratar en este sentido dicho grupo de vegetales como una división
independiente, tal como hace Scagel. La visión sintética del «tronco»
Cormophyta de Wettstein es en ciertos rasgos muy ilustrativa. Sus
arquegoniadas, que incluyen
CARACTERES Y CLASIFICACIÓN
Las briófitas son muy numerosas y se encuentran
repartidas por todo el mundo. Se conocen unas 24.000 especies distribuidas en
más de 900 géneros, todas de pequeña talla, excepto algún musgo gigante que
llega a alcanzar los 60 cm. de altura. De vida terrestre, prefieren, sin
embargo, para su desarrollo lugares húmedos. Pese a ser considerados por
algunos autores como cormofitas, no presentan tejidos especiales para la toma
del agua ni de las sales minerales, ni tampoco tejidos internos para la
circulación de la savia; no obstante, pueden estar presentes algunas células de
tipo conductor traqueiforme. La toma del agua la realizan, bien directamente a
través de las hojas, nunca por los rizoides ya que estos sirven solamente para
la fijación al sustrato. Por todas estas razones, parece conveniente asignarles
un nivel de organización precormofítico. El aspecto del gametofito puede ser
taloso o folioso, y en todos los casos las células corticales son las
encargadas de la fotosíntesis. Dicho gametofito se forma por actividad de la
meiotospora que forma o no, según los grupos taxonómicos, un protonema previo
que en algunos musgos es verde y ramificado. En todas las briófitas los órganos
sexuales suelen encontrarse en la terminación de ramas especiales, más o menos
protegidas. Sólo en ciertas hepáticas talosas y en los antocerados, los
anteridios y arquegonios se hallan empotrados en el talo. El arquegonio
presenta generalmente varias células en el canal del cuello, carácter que
separa netamente briófitas de pteridofitas, las cuales no muestran más que una
sola célula, y en el vientre una ovocélula. El anteridio, habitualmente mazudo,
forma numerosos espermatozoides biflagelados. Una vez fecundada la ovocélula,
se forma el zigoto que, sin estado de reposo, se divide numerosas veces y al
final forma la cápsula o esporofito en cuyo interior, previa meiosis de las
células madre de las esporas, se originan de nuevo las meiotosporas haploides.
Tradicionalmente se reconocían en las briófitas sólo dos
«clases»: Musci y Hepaticae. Recientemente la mayoría de los autores incluye
una tercera, la Anthocerotae. Las hepáticas presentan el gametofito en
disposición dorsiventral, taloso o folioso, y los órganos sexuales, excepto en
algún caso, se forman a partir de células superficiales del talo. En los
antocerados, la disposición del gametofito es también dorsiventral y de aspecto
taloso. Los órganos sexuales se forman, el femenino a partir de una célula
superficial, y el masculino de células hipodérmicas. El esporofito, que posee
un crecimiento teóricamentey hojoso, y un estado transitorio previo o
protonema, de aspecto filamentoso. Los órganos sexuales se forman en, la axila,
entre las hojas y el tallo. El esporofito consta generalmente de pie, seta y
cápsula.
Ø HEPÁTICAS
La clase Hepaticae agrupa unas 8.500 especies
distribuidas en unos 230 géneros que se hallan repartidos por todo el mundo, pero
de preferencia en las regiones tropicales americanas. Viven sobre todo en zonas
umbrosas y frescas durante el verano. Muy pocas son auténticamente acuáticas.
Al estado fósil son conocidas con seguridad desde el jurásico, aunque parece
que ya existieron en el carbonífero. Poseen crecimiento apical y su tamaño, muy
reducido, alcanza en algunas especies los 30 cm. En las hepáticas foliosas el
gametofito está formado por una parte inferior más o menos subterránea
desprovista de clorofila, sobre la que se desarrollan, merced a la actividad de
una célula meristemática (del tejido de crecimiento) de dos o tres caras, una
serie de hojas en disposición dística o trística. Dada la disposición
dorsiventral que muestran la mayoría de las hepáticas foliosas,
Ø MUSCÍNEAS
La clase Musci, la más numerosa de las briófitas, incluye
aproximadamente 15.000 especies distribuidas en más de 600 géneros que se
agrupan en tres órdenes: bryales, sphagnales y andraeales. Viven por todo el
mundo y muchos de ellos son pioneros sobre sustratos rocosos donde la vida es
muy desfavorable para los vegetales vasculares. El ciclo biológico de un musgo
se puede resumir del modo siguiente: Una meiotospora germina originando un
protonema que en la mayor parte de los musgos tiene forma filamentosa. En la
parte superior del protonema, que es clorofílico, se destaca por tabicaciones
transversales oblicuas una célula apiramidada que engendrará por repetidas
segmentaciones en tres direcciones, el gametofito o musgo propiamente dicho.
Cada una de esas células originadas por la actividad de la apical, se divide
ulteriormente en repetidas ocasiones. La parte interior de cada una de ellas
originará el tallito y la exterior las hojas. El tamaño que alcanza el
gametofito es generalmente pequeño, y sólo en algunos musgos tropicales llega a
los 50 cm. Pese a ser el tallito de estructura muy primitiva
Ø ANTOCERATOS
La clase Anthocerotae representa un pequeño grupo que
durante mucho tiempo estuvo incluido en las hepáticas. Posee un solo Orden
antocerotales, con unas 300 especies incluidas en cinco géneros. El gametofito,
taloso y de pequeño tamaño, muestra estomas en ambas caras. El protonema está
muy poco desarrollado y las células del tejido clorofílico presentan un solo
cloroplasto grande y un pirenoide. En los espacios intercelulares es común que
se hallen algas del género Nostoc. Como ya se ha indicado, el anteridio tiene
un desarrollo endógeno, mientras que el arquegonio es epidérmico y lleva seis
células en el canal del cuello. A diferencia de musgos y hepáticas, la primera
división del zigoto, tras la fecundación, es habitualmente vertical y tras
divisiones sucesivas se forman dos capas de cuatro células cada una. El
desarrollo del esporofito es teóricamente ilimitado. Las cuatro células basales
originan el pie o parte estéril que se embutirá en el gametófito para la toma
de las sustancias nutritivas. Las células superiores del embrión son de
crecimiento continuo. Forman, a partir del endotecio, la columnilla y las
células madres de las meiotosporas y los 'pseudoeláteres, de la capa interna
del anfitecio. La dehiscencia de la cápsula se verifica del ápice a la base.
Los antocerados parecen estar relacionados filogenéticamente, al menos sus
arquetipos, con ciertas algas verdes. Sus columnillas y esporofitos recuerdan
ciertas psilofitales fósiles.
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