Es posible, sin embargo, ofrecer una
descripción de la filosofía como ‘saber racional totalizante, crítico de
segundo grado’. La filosofía es una forma de conocimiento que pretende ofrecer
explicaciones de los temas que analiza empleando la razón y los argumentos
racionales (a diferencia de la fe o la autoridad). En segundo lugar, la
filosofía es un saber de tipo general y totalizante, pues pretende ofrecer
respuesta a cuestiones de tipo general y mantiene siempre una perspectiva
totalizante sobre las mismas. En tercer lugar, la filosofía es un saber
crítico, pues analiza los fundamentos de todo lo que considera y nunca se
limita a aceptarlos de forma ingenua. Finalmente, la filosofía es un saber de
segundo grado, que emplea los datos y contribuciones de las ciencias, que son
siempre un conocimiento de primer grado sobre la realidad.
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Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.Es posible, sin embargo,
ofrecer una descripción de la filosofía como ‘saber racional totalizante,
crítico de segundo grado’. La filosofía es una forma de conocimiento que
pretende ofrecer explicaciones de los temas que analiza empleando la razón y
los argumentos racionales (a diferencia de la fe o la autoridad). En segundo lugar,
la filosofía es un saber de tipo general y totalizante, pues pretende ofrecer
respuesta a cuestiones de tipo general y mantiene siempre una perspectiva
totalizante sobre las mismas. En tercer lugar, la filosofía es un saber
crítico, pues analiza los fundamentos de todo lo que considera y nunca se
limita a aceptarlos de forma ingenua. Finalmente, la filosofía es un saber de
segundo grado, que emplea los datos y contribuciones de las ciencias, que son
siempre un conocimiento de primer grado sobre la realidad.
Filosofía, término derivado del griego, que
significa ‘amor por la sabiduría’. Esta definición clásica convierte a la
filosofía en una tensión que nunca concluye, en una búsqueda sin término del
verdadero conocimiento de la realidad.
Es posible distinguir varias áreas de
investigación filosófica: ontología y metafísica (análisis crítico de la
estructura de la realidad); teoría del conocimiento, epistemología o
gnoseología (análisis del origen, estructura y alcance del conocimiento);
lógica (estudio del razonamiento o argumento válido); ética (teoría de la
acción humana y de sus valores); estética (teoría de la belleza y del arte); y,
por supuesto, la historia de la filosofía, en cuanto ésta no se limita a una
exposición de las distintas doctrinas filosóficas, sino que pretende
reconstruir críticamente determinadas argumentaciones o sistemas filosóficos.
Cabe señalar, asimismo, la existencia de una variedad de análisis filosóficos
de determinadas ramas de la ciencia o de la actividad humana, que constituyen
áreas especializadas como son la filosofía de la historia, la filosofía de la
ciencia, la filosofía del derecho o la filosofía de las ciencias sociales,
entre otras.
La Filosofía de la Educación pretende una
comprensión fundamental, sistemática y crítica del hecho educativo. Este
carácter específicamente filosófico de la asignatura, distinto del que ofrece
una Teoría General de la Educación, debe despertar en el estudiante un claro
asombro investigador, una perplejidad activa y una reflexión en profundidad que
permitan conocer el hecho educativo desde sus presupuestos antropológicos y
filosóficos. Tarea no fácil, pero tarea posiblemente gratificante y necesaria.
Filosofía de la Educación; es la disciplina que estudia el comportamiento de la
educación a la luz de las leyes que regulan el desarrollo de la sociedad
humana, desde que el hombre apareció en la tierra, hasta el momento actual y de
las que gobierna cada formación económica-intermedio social en particular;
disciplina que además, estudia las diferentes concepciones del mundo y la
formas como ellas conciben el hecho educativo, en sus elementos y movimientos
fundamentales. La Filosofía de la Educación puede considerarse como el saber
teleológico de la educación. La consideración de la finalidad conforma nuestra
disciplina, de manera que no sólo consta del estudio del fin de la educación,
sino también del estudio del sujeto y de la propia acción educativa, pero
contempladas desde la perspectiva de la finalidad. ¿Para qué se educa? Tal es
la cuestión última en la Filosofía de la Educación. La filosofía de la
educación trata de comprender o interpretar la educación en relación con la
realidad sin perder el punto de vista de esta realidad, reflexiona sobre su
naturaleza, esencia y valores de la educación. El hombre es el único ser
educable. Este ser es simultáneamente biológico, psíquico y social. Pero no lo
es en forma pasiva sino activa. Está frente al mundo provisto de una actividad
espiritual, de una concepción de la vida. A través de esta idea básica encuentra
la explicación de muchos "por qué", aparte de la posibilidad de
enfocar a la realidad como a un todo. En primera instancia la filosofía es,
pues, una concepción del mundo y de la vida que repercute sobre la conducta.
Esto sucede no sólo con la filosofía de los "filósofos
profesionales", sino también con la "filosofía" del hombre
común. Toda teoría filosófica conduce a una actitud e intenta explicar
unitariamente la realidad. Por eso dice que la filosofía es una reflexión totalizadora
en cuyo campo entran tanto lo natural como lo humano. De lo dicho se deriva la
importancia de la filosofía para la educación. Si ésta pretende formar al
hombre en su integridad, ¿quién más que la filosofía puede darle una idea de
esa integridad? El educador no puede emprender su misión, si antes no se ha
trazado por lo menos un esbozo del punto a que se debe llegar, es decir una
"imagen" del hombre a formar. Por eso, esencialmente, la filosofía
que fundamente la acción educativa debe ser una "filosofía de lo
humano".
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