lunes, 3 de diciembre de 2012

LOS PRIMEROS CRÍTICOS DEL CAPITALISMO INDUSTRIAL


LOS PRIMEROS CRÍTICOS DEL CAPITALISMO INDUSTRIAL

La Revolución Industrial como todos sabemos surgió en Inglaterra y como es lógico, es en ese país donde surgen los primeros movimientos en respuesta a los problemas sociales que generó la semejante reforma de las estructuras que es conocida como una de las más importantes revoluciones de la historia.
Pero como siempre, estas respuestas se deben dividir en dos aspectos completamente diferentes pero ambas van de la mano y ejercen una gran influencia en la sociedad. Por un lado la acción, que encontró sus representantes en hombres salidos de la clase obrera, la clase que se veía afectada directamente por la Revolución.
Por otro lado encontramos a los ideólogos, y es en este punto donde nos basaremos en este post. Las teorías fueron impulsadas por personajes que no pertenecían a esa clase y eso es lo que le da aún un mayor valor. Por ejemplo encontramos a Hall, un médico afamado, a Spence un maestro y a Owen, un industrial. Todos ellos coincidían en que la industrialización creó un enorme ejército de pobres pero sus soluciones eran tan dispares como sus propios oficios.

De estas ideas habría de surgir un nuevo orden que sustituyera al denominado “inhumano” capitalismo. Es el llamado Pensamiento Utópico (precursores del socialismo utópico francés) que no presentaba previsiones claras y abundantes pero que surgiría como previo al denominado socialismo científico. Varias corrientes presenta este nuevo movimiento siendo los más importantes los siguientes:
Primero debemos hablar de los Owenianos que son los seguidores del personaje más importante de estos primeros pasos del movimiento obrero, Robert Owen, el industrial dueño de una empresa de hilaturas en las cercanías de Glasgow. En su condominio laboral creó lo que puede considerarse una experiencia idílica que incluía economatos, escuelas y comedores todos ellos para uso de sus obreros.
Además participó de las campañas por las 8 horas de sus trabajadores y logró conformar uno de los sindicatos más grandes de su época, la famosa Great Trade Union que presentaba más de 500.000 miembros en sus filas. Este sindicato fue declarado ilegal por el gobierno en una reacción más bien alarmante debido a la magnitud que presentaba (era gigantesco de verdad).
Por otro lado encontramos a los Ricardianos, seguidores del afamado economista David Ricardo quien con su obra Principios de la Economía Política le otorgó a los socialistas sólidos argumentos para sus reclamos, aunque en realidad éste no era su cometido al escribir el libro. De todas formas logró tener una gran cantidad de adeptos y entre su influencia quedaría plasmada definitivamente con Thompson en su obra “Investigación de la distribución de la riqueza” escrita en 1924.
Una tercera facción de estos críticos son los Radicales, siendo representados por Spence. Surgen en 1770 en Londres siendo un movimiento dirigido por los intelectuales de diversas partes además de recibir el apoyo de personajes liberales pero que deseaban la reforma del Parlamento y por supuesto el derecho universal al sufragio.

De estructura más bien desorganizada, su lucha se veía en las calles y por ese motivo son considerados los antecesores de los futuros cartistas debido a su lucha por las soluciones políticas a las cuestiones sociales, aduciendo que el Estado debía brindar esas soluciones.
Luego encontramos a los Escritores. El aporte de ellos para la creación de conciencia en la sociedad sobre los excesos del capitalismo se dio más que nada por su llegada a toda la población. Sus novelas del momento si bien no funcionaban como tratados de socialismo, si mencionaban y reflejaban el tiempo que se vivía y ello llegaba con mucha fuerza en la sociedad. Los casos más notables de esta influencia se dieron con las novelas “Tiempos Difíciles” de Charles Dickens y “Sybil” de Disraeli.
Finalmente encontramos a los Sindicalistas, una fuerza que surgió quizás con un poco más de intención de lucha que las anteriores, por decirlo de otra forma son con los radicales los más extremistas de todos. Su iniciación se debe a la lucha contra las leyes que prohibían las asociaciones de los obreros. Una vez conseguido esto en 1825 se comenzaron a multiplicar los sindicatos de oficios en Inglaterra.
Esto sería positivo si entre ellos no surgieran cientos de discrepancias hasta que se logra un acuerdo en 1829 que reúne en la industria textil a todos los sindicatos locales. Aquí aparece una figura trascendental, John Doherty quien funda la Unión General del Reino Unido, uniendo las federaciones de hiladores de Escocia, Irlanda e Inglaterra en un solo sindicato.
Peri iría aún más lejos y propone la asociación de todos los oficios en una sola central sindical, propuesta que se acepta en 1831 cuando se aprueba y funda al mismo tiempo la National Association for the Protection of Labor que llegó a contar con más de 100.000 miembros.
Aquí están presentadas todas las grandes ramas contrarias al capitalismo que luchaban por el bienestar y la humanidad de los obreros. De a poco estos ideales se irían depurando y surgirían de estos diversas divisiones como los socialismos científico y utópico, y la anarquía entre otros que iremos detallando lentamente en otros posts.
Estos movimientos surgen como respuesta a las calamidades que estaba cometiendo el capitalismo recién instaurado en la sociedad, que lógicamente no es el mismo que ahora. La explotación obrera era real en esa época y debido a esas condiciones inhumanas en las que se obligaba a trabajar a los obreros es que surgen las ideologías contrarias al capitalismo como el socialismo y un poco más extremista, el comunismo.
Hoy en día es muy difícil poder decir lo mismo aunque muchos los sostienen. La explotación prácticamente no existe aunque lógicamente que excepciones existen, pero se han logrado formar en varios países del mundo ideologías políticas que acercan a las dos partes y llevan un estilo bastante adecuado para los tiempos que corren, como lo son los gobiernos socialdemócratas, más comunes en los países europeos.

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