LOS PRIMEROS CRÍTICOS DEL
CAPITALISMO INDUSTRIAL
La Revolución Industrial
como todos sabemos surgió en Inglaterra y como es lógico, es en ese país donde
surgen los primeros movimientos en respuesta a los problemas sociales que
generó la semejante reforma de las estructuras que es conocida como una de las
más importantes revoluciones de la historia.
Pero como siempre, estas
respuestas se deben dividir en dos aspectos completamente diferentes pero ambas
van de la mano y ejercen una gran influencia en la sociedad. Por un lado la
acción, que encontró sus representantes en hombres salidos de la clase obrera,
la clase que se veía afectada directamente por la Revolución.
Por otro lado encontramos a
los ideólogos, y es en este punto donde nos basaremos en este post. Las teorías
fueron impulsadas por personajes que no pertenecían a esa clase y eso es lo que
le da aún un mayor valor. Por ejemplo encontramos a Hall, un médico afamado, a
Spence un maestro y a Owen, un industrial. Todos ellos coincidían en que la
industrialización creó un enorme ejército de pobres pero sus soluciones eran
tan dispares como sus propios oficios.
De estas ideas habría de
surgir un nuevo orden que sustituyera al denominado “inhumano” capitalismo. Es
el llamado Pensamiento Utópico (precursores del socialismo utópico francés) que
no presentaba previsiones claras y abundantes pero que surgiría como previo al
denominado socialismo científico. Varias corrientes presenta este nuevo
movimiento siendo los más importantes los siguientes:
Primero debemos hablar de
los Owenianos que son los seguidores del personaje más importante de estos
primeros pasos del movimiento obrero, Robert Owen, el industrial dueño de una
empresa de hilaturas en las cercanías de Glasgow. En su condominio laboral creó
lo que puede considerarse una experiencia idílica que incluía economatos,
escuelas y comedores todos ellos para uso de sus obreros.
Además participó de las
campañas por las 8 horas de sus trabajadores y logró conformar uno de los
sindicatos más grandes de su época, la famosa Great Trade Union que presentaba
más de 500.000 miembros en sus filas. Este sindicato fue declarado ilegal por
el gobierno en una reacción más bien alarmante debido a la magnitud que
presentaba (era gigantesco de verdad).
Por otro lado encontramos a
los Ricardianos, seguidores del afamado economista David Ricardo quien con su
obra Principios de la Economía Política le otorgó a los socialistas sólidos
argumentos para sus reclamos, aunque en realidad éste no era su cometido al
escribir el libro. De todas formas logró tener una gran cantidad de adeptos y
entre su influencia quedaría plasmada definitivamente con Thompson en su obra
“Investigación de la distribución de la riqueza” escrita en 1924.
Una tercera facción de estos
críticos son los Radicales, siendo representados por Spence. Surgen en 1770 en
Londres siendo un movimiento dirigido por los intelectuales de diversas partes
además de recibir el apoyo de personajes liberales pero que deseaban la reforma
del Parlamento y por supuesto el derecho universal al sufragio.
De estructura más bien
desorganizada, su lucha se veía en las calles y por ese motivo son considerados
los antecesores de los futuros cartistas debido a su lucha por las soluciones
políticas a las cuestiones sociales, aduciendo que el Estado debía brindar esas
soluciones.
Luego encontramos a los
Escritores. El aporte de ellos para la creación de conciencia en la sociedad
sobre los excesos del capitalismo se dio más que nada por su llegada a toda la
población. Sus novelas del momento si bien no funcionaban como tratados de
socialismo, si mencionaban y reflejaban el tiempo que se vivía y ello llegaba
con mucha fuerza en la sociedad. Los casos más notables de esta influencia se
dieron con las novelas “Tiempos Difíciles” de Charles Dickens y “Sybil” de
Disraeli.
Finalmente encontramos a los
Sindicalistas, una fuerza que surgió quizás con un poco más de intención de
lucha que las anteriores, por decirlo de otra forma son con los radicales los
más extremistas de todos. Su iniciación se debe a la lucha contra las leyes que
prohibían las asociaciones de los obreros. Una vez conseguido esto en 1825 se
comenzaron a multiplicar los sindicatos de oficios en Inglaterra.
Esto sería positivo si entre
ellos no surgieran cientos de discrepancias hasta que se logra un acuerdo en
1829 que reúne en la industria textil a todos los sindicatos locales. Aquí
aparece una figura trascendental, John Doherty quien funda la Unión General del
Reino Unido, uniendo las federaciones de hiladores de Escocia, Irlanda e
Inglaterra en un solo sindicato.
Peri iría aún más lejos y
propone la asociación de todos los oficios en una sola central sindical,
propuesta que se acepta en 1831 cuando se aprueba y funda al mismo tiempo la
National Association for the Protection of Labor que llegó a contar con más de
100.000 miembros.
Aquí están presentadas todas
las grandes ramas contrarias al capitalismo que luchaban por el bienestar y la
humanidad de los obreros. De a poco estos ideales se irían depurando y
surgirían de estos diversas divisiones como los socialismos científico y
utópico, y la anarquía entre otros que iremos detallando lentamente en otros
posts.
Estos movimientos surgen
como respuesta a las calamidades que estaba cometiendo el capitalismo recién
instaurado en la sociedad, que lógicamente no es el mismo que ahora. La
explotación obrera era real en esa época y debido a esas condiciones inhumanas
en las que se obligaba a trabajar a los obreros es que surgen las ideologías
contrarias al capitalismo como el socialismo y un poco más extremista, el
comunismo.
Hoy en día es muy difícil
poder decir lo mismo aunque muchos los sostienen. La explotación prácticamente
no existe aunque lógicamente que excepciones existen, pero se han logrado
formar en varios países del mundo ideologías políticas que acercan a las dos
partes y llevan un estilo bastante adecuado para los tiempos que corren, como
lo son los gobiernos socialdemócratas, más comunes en los países europeos.
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